Intervención estatal y anarquía
La anarquía no es caos, y el Estado no pone orden.
La anarquía no es caos, y el Estado no pone orden.
Cuando la gente piensa en la anarquía, se imagina violencia y disturbios en las calles. Sin embargo, la anarquía real es simplemente gente que organiza voluntariamente su tiempo y sus actividades sin verse coaccionada por las autoridades estatales.
La gente suele aferrarse obstinadamente a falsas creencias, una de ellas que la regulación gubernamental de la conducción evita el caos. Parece ser cierto lo contrario: la intervención del gobierno en cualquier cosa, incluido conducir un carro, crea el caos que afirmamos querer evitar.
Anarquía, Estado y utopía de Robert Nozick cumple cincuenta años este año, y este clásico libertario ha resistido la prueba del tiempo.
Aunque la esclavitud chattel existe en algunas partes del mundo, en su mayor parte ha sido abolida. Quizá deberíamos hacer lo mismo con el Estado.
El derecho a la autodefensa es un componente crucial de nuestros derechos de autoposesión. Wanjiru Njoya explica los detalles.
A medida que el gobierno oficial de Haití pierde el control, muchos lo califican de Estado fallido. A menudo se evocan crisis como ésta para desacreditar a los libertarios. Pero la culpa de la difícil situación actual de Haití recae en las acciones de los Estados, no en la ausencia de ellos.
Javier Milei ha comenzado su presidencia tomando medidas contra gran parte del vasto Estado benefactor argentino. Es de esperar que sea el comienzo de un mandato exitoso.
Si eres libertario y cuestionas las últimas depredaciones del gobierno, probablemente también seas considerado un enemigo del Estado.
Thomas Hill Green, filósofo inglés del siglo 19, no creía posible una buena sociedad sin un Estado poderoso. David Gordon explica por qué el argumento de Green no impresiona.